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Zonas Económicas Especiales (ZEE)

Hoy coexisten dos “Méxicos”: por un lado, uno moderno, con altas tasas de crecimiento, integrado a la economía global y muy competitivo, y, por otro, uno con menor nivel de desarrollo, altos niveles de marginación y pobreza, y donde predominan actividades de baja productividad.

Actualmente, el país es el décimo sexto exportador a nivel mundial y líder de América Latina, con un acceso a más de mil millones de consumidores y a un 60% del PIB mundial a través de una red de tratados de libre comercio y acuerdos comerciales con 45 países.

Pero estos beneficios prácticamente están solo al alcance de la parte centro y norte del país, la parte sur y sureste del país no goza de esos beneficios y en su lugar existe marginación, pobreza y actividades de baja productividad, por tanto, la intención del gobierno al establecer estas Zonas Económicas Especiales es precisamente impulsar la economía de estas regiones y generar mayores y mejores empleos, incentivando la inversión extranjera y nacional a estas zonas.

Se denomina zona económica especial (ZEE o SEZ por sus siglas en inglés) a una región geográfica que posee leyes económicas y de otro tipo que se orientan en mayor medida a una economía de libre mercado, que las leyes típicas de un país o nación. Las leyes de “alcance nacional” pueden ser suspendidas dentro de una zona económica especial.

La categoría ‘ZEE’ abarca un amplio espectro de tipos de zonas más específicas, incluidas las Zonas de Libre Comercio (FTZ), Zonas de Procesamiento de Exportaciones (EPZ), Zonas Libres (FZ), Parques industriales o Estados Industriales (IE), Puertos Libres, Zonas de Emprendimientos Urbanos y otras.

Por lo general la finalidad de este tipo de estructuras es incrementar la inversión extranjera directa por parte de inversores extranjeros, como puede ser una empresa internacional o una corporación multinacional.

El 1 de junio de 2016 se publicó en el Diario Oficial de la Federación un decreto por el que se expide la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales.

El proyecto de las Zonas Económicas Especiales en México busca disminuir el rezago que tienen los estados del sur respecto a los del norte y la región de El Bajío, como una nueva estrategia de desarrollo para detonar el crecimiento de regiones con alto potencial productivo y logístico que por diversas barreras estructurales no han sido debidamente aprovechadas. Estas ZEE buscan generar nuevos polos de desarrollo industrial en los estados más rezagados del país, que permitan diversificar sus economías, elevar su productividad y, lo más importante, brindar a su población mejores empleos que mejoren su calidad de vida.

En el mundo, cuando las ZEE han sido exitosas han funcionado como un instrumento muy poderoso para abatir la pobreza y detonar el desarrollo económico de regiones rezagadas. Las ZEE exitosas han sido aquellas que se han implementado bajo un enfoque integral en sitios con verdadero potencial productivo.

La primera ZEE moderna fue creada en Shannon, Irlanda, en 1959, pero fue a partir de la década de los años ochenta que este instrumento adquirió un mayor alcance con la proliferación de las ZEE chinas, donde se presentaron casos exitosos como Shenzhen, que en tres décadas logró un crecimiento del PIB per cápita de más de 150 veces.

En aquella década existían alrededor de 500 ZEE en el mundo. Hoy existen más de 4 mil. No obstante, menos de la mitad han sido exitosas. Entre los países que registran fracasos destacan India (más de 100), Japón y Nepal; también se registran fracasos en el continente africano (cerca de 100) en países como Nigeria y Kenia. Además de China, se han presentado casos de éxito en Brasil (Manaos), Panamá (Colón), Polonia (Katowice), Letonia (Puerto de Ventspils), Jordania (Áqaba), Emiratos Árabes Unidos (Jebel Ali), Marruecos (Tánger), Corea del Sur (Incheon y Mazan) y Bangladesh (Chittagong).

De estas experiencias, se advierte que las ZEE exitosas han sido aquellas que no se basan exclusivamente en incentivos fiscales o facilidades comerciales, sino que parten de un enfoque integral que contempla también el desarrollo de infraestructura económica y social, el fortalecimiento del capital humano, facilidades regulatorias para las empresas, certidumbre jurídica, apoyos a la innovación y transferencia tecnológica, acceso al crédito productivo, un desarrollo urbano sustentable y otra serie de medidas encaminadas a elevar la productividad de las empresas y trabajadores en las ZEE e integrarlas con las economías de la región.

Las Zonas Económicas Especiales en México se encuentran en los siguientes lugares:

En los estados de Chiapas, Veracruz, Michoacán, Guerrero, Yucatán y Oaxaca, asimismo, las que se encuentran ubicadas en Campeche, Tabasco, Hidalgo y Puebla.

La importancia de estas ZEE radica por una parte en una mayor inversión extranjera lo que definitivamente debe detonar la actividad económica de la zona y de sus alrededores y por otro lado brinda la oportunidad de prestar servicios relacionados directamente con las actividades a desarrollar dentro de las ZEE, asimismo permite estímulos fiscales y exenciones a las actividades dentro de la Zona que es un nicho de mercado para contadores, abogados y demás profesionistas y asesores relacionados con temas legales, contables, fiscales, recursos humanos, entre otros.

En la conferencia de Actualización Fiscal y Resolución Miscelánea hacemos un análisis más detallado de los beneficios y estímulos fiscales aplicables a las ZEE de tal manera que, ya sea que te encuentres en estas zonas o fuera de ellas, puedas analizar tus posibilidades de crear estrategias comerciales para aprovechar estas oportunidades: Da clic aquí para ver más información.

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